MS-13 EXPANDE EL TRÁFICO DE ARMAS EN CENTRO DE SAN SALVADOR


Una clica de una de las pandillas se ha tomado la 3.ª avenida sur, a un costado del mercado Sagrado Corazón, para vender armas de guerra traídas desde países de la región.

El catálogo de negocios de la Mara Salvatrucha 13 (MS-13) en el Centro Histórico de San Salvador incluye el tráfico de armas largas y cortas, en específico en la 3.ª avenida sur, bajando hacia la iglesia El Calvario, a un costado del mercado Sagrado Corazón. Comerciantes del mercado, algunas personas que transitan por esa avenida para hacer sus compras y hasta investigadores policiales lo saben: la clica de los Centrales Locos Salvatruchos, una de las células de la MS-13, ha logrado mantener y expandir el negocio de las armas a pesar de que la Policía Nacional Civil (PNC), en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), ha dado golpes a la estructura que trae armas de guerra, entre esas fusiles M-16 y AK-47, armas cortas y abundante munición.

Quienes se encargaban de llevar armas robadas o traídas desde el extranjero hacia el centro de San Salvador eran los comerciantes del mercado negro de la 3.ª avenida sur, que eran conocidos popularmente como “coyotes”. Pero luego llegaron pandilleros de esa clica e instalaron su negocio de tráfico de armas en esa avenida, y en otros puntos cercanos como la avenida Cuscatlán. Los “coyotes”, según relataron comerciantes a este periódico, fueron desplazados del negocio de las armas aproximadamente en 2012. Desde esa fecha, según los comerciantes, los únicos que venden armas en el Centro Histórico de San Salvador son los pandilleros.

El negocio de las armas, desde que fue retomado por los pandilleros, pasó del tráfico de pocas armas cortas a traficar fusiles y muchas más armas cortas de las que eran capaces de vender los “coyotes”.

“Eso de que el negocio de las armas de los pandilleros comenzó en 2012 no sé, yo sospecho que antes de eso. Lo que sí es cierto es que los ‘coyotes’ se abastecían de armas robadas en el país, pero los pandilleros llegaron a tener una estructura que trae armas desde varios países de la región, como Nicaragua, Honduras, Guatemala e incluso desde México”, dijo un agente destacado en el centro, quien pidió no ser identificado.

Los investigadores policiales, según confirmó la jefa de la subdelegación Centro Histórico, Évelyn Marroquín, le seguían la pista a uno de los traficantes de armas en la 3.ª avenida sur y cercanías del mercado Sagrado Corazón. Todos en esa avenida lo conocían por su alias “el Socio”, pero se llamaba Juan Enrique Mena Turcios, quien era buscado por tenencia y portación de armas de fuego con fines de tráfico y robo agravado. Turcios era miembro de la clica Centrales Locos Salvatruchos, hasta que uno de los pandilleros de su misma estructura decidió asesinarlo el sábado pasado en la 3.ª avenida sur. En el momento del ataque armado también fue herida de bala una persona que estaba cerca y que se dedica a vender en el mercado negro, pero que sobrevivió al tiroteo.

Las razones por las que su misma estructura decidió asesinar a Turcios aún no están claras, según Marroquín. Sin embargo, las investigaciones para determinar de dónde traía las armas y a quién se las vendía siguen su curso.

Turcios, según las investigaciones, también podría estar relacionado con Tomás Galán Ramírez, de 57 años, y su hijo José López Galán, de 35, quienes fueron capturados el 31 de enero en la avenida Cuscatlán, cuando se dirigían en el vehículo placas P-439-473 hacia la 3.ª avenida sur, donde venderían un fusil M-16 tipo A-2 y un revólver calibre 22 milímetros. Según las primeras indagaciones, ambos son parte de los proveedores de armas para la clica.

De acuerdo con otra información, que no fue confirmada por la Policía, los miembros de la clica supuestamente tienen actualmente dos fusiles AK-47 que esperan vender entre la 3.ª avenida sur y el

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